viernes, 17 de septiembre de 2010

Capítulo 6

Al entrar a mi casa me tope con mis padres en la sala, ambos estaban sentados con las manos cruzadas. Pidieron que me sentara en uno de los sofás. En el instante en que los vi supe que algo andaba mal, siempre hacian esto cuando iban a informarme algo que en definitiva, no iba a gustarme.

-“Nicholas, hay algo que debemos decirte y nos gustaria saber tu opinión” Menciono mi padre tras sonreírle a mi madre.
-¿Qué sucede?
-Adoptaremos un niño mañana, queremos saber que piensas sobre ello
-Bueno, supongo que está bien, no tengo problema con tener un hermano, ¿puedo irme ya?

Estoy cansado

-Sí, puedes irte
-Gracias

Subi las escaleras con rapidez, tenía que llamar a mi ahora novia. En cuanto entre a la habitación, me acoste en mi cama mientras sacaba mi celular del bolsillo de mi pantalón. Lo tenía apagado, fue entonces cuando recordé que lo apago cuando le hablo su ex novio. Avente el celular hacia otra parte de la cama. Tendría un hermano, supongo que debe ser…divertido.

Caminaba hacia la escuela, deseando poder hablar con ella. Saque algunas de mi casillero y al cerrar la puerta de este, me tope con Miley, mirándome con una sonrisa. Dio un beso en mi mejilla mientras yo tomaba su mano en cuanto comenzamos a caminar, algunos volteaban a vernos sorprendidos, otros comenzaban a decirse cosas en el oído, mirándonos, especialmente a mí. Al entrar al aula, tanto mis amigos como los de Miley, nos miraron sorprendidos, principalmente Cedric.

-“¿Están saliendo? ¿Desde cuándo?” Pregunto Rodrigo en un papelito que me paso durante la clase.

Saque una pluma para comenzar a escribir.

-Sí, desde ayer

Pase el papel, el cual regreso de nuevo a mí para contestar.

-¿Y cómo sucedio?
-Que te importa, el punto es que ya somos novios

El papelito regreso a Rodrigo, el cual tras leerlo, rodo los ojos.

Fue un día bastante extraño, me refiero a que, personas que nunca había visto me saludaban e incluso sabían mi nombre, aunque por supuesto, primero saludaban a mi novia. Nos separamos tan solo en los recesos debido a que ella quería estar con sus amigas y yo con los míos. Estar con Miley me hacía sentir feliz, provocaba que por primera estuviera realmente agradecido de la vida, que por primera vez disfrutara de esta.

-Te he mencionado ya que tendre un hermano
-“Enserio, que bien por tus padres, ¿cuándo nacerá?” Pregunto mi novia emocionada.
-Lo adoptarán hoy, no es de ellos
-Oh, bueno, no importa si será adoptado o no, tendrás un hermano, ¿no estás feliz?

Miley sonreía.

-Muy en el fondo debo estarlo, no quiero cuidar niños
-Son algo molestos, tengo una hermana de 8 años y no la soporto
-“¿Cómo se llama?” Pregunte jugando con su cabello.
-Noah, Noah Cyrus

Sonrei.

-Debe estar igual de hermosa que tú

Miley sonrio mientras caminábamos hacia el estacionamiento, ella apretó con mayor fuerza antes de mirarme directamente, sin dejar de sonreir.

-¿Podemos terminar el proyecto en tu casa? Quiero conocer a tu nuevo hermano
-“Mi casa no es tan grande como la tuya” Mencione con tono apenado “Es horrible”

Miley rio moviendo al mismo tiempo su cabeza de un lado a otro.

-¿Qué importa como sea tu casa? Quiero conocer a tu hermano no a tu casa
-Está bien

Mi novia manejaba mientras yo le decía por cuales calles debía introducirse, deseando nerviosamente que no llegáramos jamás, ella volteo a mirarme durante un segundo con una sonrisa. Volteé a verla cuando solto una pequeña risita, Miley sin quitar la mirada de las calles, me avento un pequeño beso. Finalmente nos estacionamos frente a mi casa, al bajar senti como los nervios comenzaban a hacerse presentes en mi estómago, nos tomamos de las manos al entrar a mi casa. Mis padres nos miraron con una sonrisa.

Un niño pequeño se acerco corriendo hacia nosotros mientras me daba un abrazo, a penas y me llegaba a la cintura. Era de cabello castaño claro y ojos cafés, parecidos a los míos, la tez de su piel era blanca, provocando que tuviera un poco rojas las mejillas.

-“¿Cuál es tu nombre, pequeño?” Pregunto Miley agachándose mientras el niño le daba un beso en la mejilla.
-“Frankie” Contesto con una sonrisa.

Mis padres se acercaron, esperando de un modo u otro que les presentara a Miley. Ella, al levantarse, sonrio hacia mis padres y saludo a ambos con un beso en la mejilla.

-“Ella es Miley, mi novia” Mencione a mis padres con tono apenado.

Tanto mis padres como Miley comenzaron a hablar, dejándome fuera de su conversación. Me mantuve la mayor parte del tiempo conociendo a mi nuevo hermano. Hubo en instante en el que me dedique a mirar a mi novia con una sonrisa, ella hablaba sonriendo y haciendo reir a mis padres. Mi corazón comenzó a latir y me sentí con suerte, suerte de poder haber conocido a alguien como ella.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Capitulo 5

Vi entrar a la chica de mis sueños por la puerta de entrada, en ese instante mi corazón latió a mil por hora, ella miro en mi dirección y por primera vez, no me sonrio. Me acerque hacia Miley con paso apresurado, su pupitre estaba a unos cuantos del mio, al llegar decidi sentarme en el pupitre delante suyo y movi la mano de izquierda a derecha con inseguridad.

-Nick, no estoy de humor y no quiero pelear contigo, ¿podemos hablar más tarde?
-“Está bien” Dije con la mirada baja mientras me levantaba del pupitre.

No pude poner atención en clases debido al último comentario de Miley, ella parecía un tanto triste y eso en definitiva, me preocupaba. Miraba a todas partes en el pasillo, esperando encontrarla por alguna parte, fui a la cafetería y nada. Patio, tampoco se encontraba allí. Ahora estaba horrorizado por la idea de que algo pudiera pasarle, corri al estacionamiento sin importar las miradas de los chicos a mí alrededor. Me tranquilice al verla con los brazos cruzados y recargada sobre su auto, corri hacia ella pero siquiera se percato de mi presencia hasta que toque su hombro.

Fue como si alguien atravesara mi corazón con una estaca al verla de esa forma. Sus ojos estaban completamente rojos e hinchados al igual que su nariz, estaba llorando. No supe como me atreví a hacer lo que hice, pero lo hice. Miley puso sus brazos alrededor de mi espalda cuando la abrace mientras colocaba por igual su cabeza sobre mi hombro derecho sin dejar de derramar lágrimas. Escuche el timbre sonar por lo cual tendríamos que entrar a clases.

-“Ve a clases, te pondrán falta” Menciono separándose de mi cuerpo y limpiando sus lágrimas con la mano derecha.
-No, me quedo contigo
-“Gracias” Susurro volviendo a abrazarme.
-“Vamos por un helado”

Ella se aparto de mi cuerpo y trato de dibujar una sonrisa en su cara pero nadie creería que realmente estuviera sonriendo.

Abri la puerta para que ella pasara antes que yo al entrar en el local de helados, Miley pidió helado de yogurt y yo pedi uno de chocolate, nos sentamos en una de las pequeñas mesas, deseando saber que era lo que le sucedía a “mi chica”.

-¿Por qué estabas llorando?

Agacho la mirada.

-Mi madre tiene cáncer

Puse el vaso de plástico con helado sobre la mesa y acerque la silla junto a la de Miley para abrazarla con cariño, ella coloco su rostro sobre mi pecho comenzando a llorar sin hacer mucho ruido. Una de mis manos acaricio su cabello y mi nariz aspiro el delicioso aroma que su castaño cabello proporcionaba, fresas. Finalmente y para mi mala suerte, decidió separarse un poco de mi cuerpo, comenzando a secar sus lágrimas con una de sus manos, ella solto una risita quebrada y nerviosa.

-Moje tu camisa, lo siento
-“No importa, lo que importa es que estés bien” Recargo su cabeza en mi hombro, abrazandome.

Ninguno pronunciábamos una sola palabra, ambos sonreíamos como tontos. Me gustaría tener la habilidad del vampiro que vuelve locas a las chicas, Edward, desearía poder saber que es lo que atravesaba por su cabeza en este momento. Salimos del lugar en cuanto terminamos nuestros helados y ella tomo mi mano para comenzar a correr hacia un parque cercano. Al llegar, nos sentamos debajo de un enorme árbol que estaba justo frente a una zona de juegos para niños, la cual se encontraba vacía, probablemente estarían en la escuela.

-Mis padres me traían a este lugar todos los días, antes de que crearan Wal-Mart, vivíamos a una cuadra de aquí
-Seguro venias a jugar en los columpios, ¿cierto?

Asintio con un movimiento de cabeza.

-Cuando estoy triste, suelo venir a sentarme bajo este árbol, para reflexionar
-“¿Sobre qué?” Pregunte, debatiendo entre tomar su mano o no.
-Sobre mis errores o cualquier cosa que me haga sentir mal

Puse mi mano sobre la de ella, Miley miro nuestras manos y sonrio lentamente, lo tome como una aceptación asi que entrelace su mano con la mía. Agache la mirada apenado por aquello y Miley comenzó a jugar con los chinos de mi cabello, en ese instante alce mi rostro, haciendo contacto con su mirada. Estabamos sentados sobre el pasto uno frente al otro por lo que me acerque a ella lentamente, esperando no haber malinterpretado las “señales”. Ahora fue ella quien se acerco hacia mi rostro, estabamos tan cerca que podía sentir su cálido aliento chocar contra mi rostro. Finalmente me acerque, apenas rozando sus labios con los míos. Una pelota cayo justo entre los dos provocando que nos separáramos. Una señora se acerco junto con su hijo, un tanto avergonzada.

-“Enserio, lo sentimos” Menciono la señora apenada.
-“No se preocupe” Dijo Miley pasando la pelota al niño de ojos verdes.

En cuanto se alejaron, nos miramos, ambos avergonzados. Alce un poco la mirada y ella se encontraba aún con la cabeza baja pero con una sonrisa de vergüenza. Comence a jugar con sus dedos pero sin separar nuestras manos. Después de unos cuantos minutos, alzamos nuestros rostros, en el instante en que nuestras miradas se encontraron comenzamos a reir sin razón alguna.

-“¡Qué pena!” Exclamo Miley sin dejar de reir.
-¿Viste la cara de la señora? Queria que la tierra se la tragara

El celular de Miley comenzó a sonar, en cuanto ella miro la pequeña pantalla su sonrisa se borro al instante. Dio un suspiro y apretó el botón rojo, cortando la llamada.

-¿Quién era?
-“Mi ex” Rodo los ojos “Insiste en que regresemos y estoy harta de él”

Suspire al escuchar que estaba harta de aquel chico.

-¿Es de la escuela?
-Para mi buena suerte, no

Reímos.

-“Me gusta estar contigo” Dijo apretando aún más mi mano “Contigo me siento…yo misma, tú no me pides que actúe de una forma para parecer superior”
-No te pediría que actuaras de una forma que no eres, me gustas tal y como eres

Ella agacho la mirada y fue entonces cuando reflexione mis propias palabras, me gustas, le habías dicho, pero eso era una mentira, no me gustaba. No. Me encantaba.

-Gracias, Nick

Mi corazón latió con rapidez en ese instante. Mi madre solía llamarme Nick cuando yo era pequeño y sinceramente odiaba eso pero ahora, saliendo de su boca, me parecía un sobrenombre perfecto.

-Vayamos a los columpios

Nos levantamos con una sonrisa y Miley comenzó a correr, retándome. Por supuesto que llegue primero mientras comenzábamos a reir. Nos sentamos en los columpios para comenzar a mecernos. Nuestros pies eran arrastrados por el aire, nuestros rostros eran acariciados por el aire cada vez que aumentábamos la velocidad. Este era sin duda alguna, uno de los mejores días de mi vida.

-Eres una tramposa, estas más delgada, por supuesto que llegarías más alto
-Lo dices porque perdiste

Me abalance sobre ella para cargarla, Miley soltaba pequeños grititos mientras dábamos vueltas, cada vez más rápido. Ambos sentimos las consecuencias de las vueltas y caímos al suelo, mareados. Yo estaba justo encima de ella. De un momento a otro dejamos de reír para poner cerca nuestros rostros, demasiado cerca.

Mire sus labios con lentitud, quería besarlos, realmente quería. Di el último paso en cuanto rozamos nuestros labios, finalmente presione contra estos, los cuales comenzaron a mover sobre los míos. Fue como una corriente eléctrica atravesando mi cuerpo entero, ella rodeo mi espalda con sus brazos mientras seguíamos en lo nuestro, sin importar si alguien nos veía. Mis manos acariciaban su cabello, sin estar consciente de lo que sucedía a nuestro alrededor. Nos separamos tan solo un poco para respirar, nuestras respiraciones estaban agitadas. En cuanto nuestras miradas se rozaron, nos sonreímos.

-¿Quieres ser mi novia?

Ella sonrio aún más.

-Si, Jonas