miércoles, 1 de septiembre de 2010

Capitulo 5

Vi entrar a la chica de mis sueños por la puerta de entrada, en ese instante mi corazón latió a mil por hora, ella miro en mi dirección y por primera vez, no me sonrio. Me acerque hacia Miley con paso apresurado, su pupitre estaba a unos cuantos del mio, al llegar decidi sentarme en el pupitre delante suyo y movi la mano de izquierda a derecha con inseguridad.

-Nick, no estoy de humor y no quiero pelear contigo, ¿podemos hablar más tarde?
-“Está bien” Dije con la mirada baja mientras me levantaba del pupitre.

No pude poner atención en clases debido al último comentario de Miley, ella parecía un tanto triste y eso en definitiva, me preocupaba. Miraba a todas partes en el pasillo, esperando encontrarla por alguna parte, fui a la cafetería y nada. Patio, tampoco se encontraba allí. Ahora estaba horrorizado por la idea de que algo pudiera pasarle, corri al estacionamiento sin importar las miradas de los chicos a mí alrededor. Me tranquilice al verla con los brazos cruzados y recargada sobre su auto, corri hacia ella pero siquiera se percato de mi presencia hasta que toque su hombro.

Fue como si alguien atravesara mi corazón con una estaca al verla de esa forma. Sus ojos estaban completamente rojos e hinchados al igual que su nariz, estaba llorando. No supe como me atreví a hacer lo que hice, pero lo hice. Miley puso sus brazos alrededor de mi espalda cuando la abrace mientras colocaba por igual su cabeza sobre mi hombro derecho sin dejar de derramar lágrimas. Escuche el timbre sonar por lo cual tendríamos que entrar a clases.

-“Ve a clases, te pondrán falta” Menciono separándose de mi cuerpo y limpiando sus lágrimas con la mano derecha.
-No, me quedo contigo
-“Gracias” Susurro volviendo a abrazarme.
-“Vamos por un helado”

Ella se aparto de mi cuerpo y trato de dibujar una sonrisa en su cara pero nadie creería que realmente estuviera sonriendo.

Abri la puerta para que ella pasara antes que yo al entrar en el local de helados, Miley pidió helado de yogurt y yo pedi uno de chocolate, nos sentamos en una de las pequeñas mesas, deseando saber que era lo que le sucedía a “mi chica”.

-¿Por qué estabas llorando?

Agacho la mirada.

-Mi madre tiene cáncer

Puse el vaso de plástico con helado sobre la mesa y acerque la silla junto a la de Miley para abrazarla con cariño, ella coloco su rostro sobre mi pecho comenzando a llorar sin hacer mucho ruido. Una de mis manos acaricio su cabello y mi nariz aspiro el delicioso aroma que su castaño cabello proporcionaba, fresas. Finalmente y para mi mala suerte, decidió separarse un poco de mi cuerpo, comenzando a secar sus lágrimas con una de sus manos, ella solto una risita quebrada y nerviosa.

-Moje tu camisa, lo siento
-“No importa, lo que importa es que estés bien” Recargo su cabeza en mi hombro, abrazandome.

Ninguno pronunciábamos una sola palabra, ambos sonreíamos como tontos. Me gustaría tener la habilidad del vampiro que vuelve locas a las chicas, Edward, desearía poder saber que es lo que atravesaba por su cabeza en este momento. Salimos del lugar en cuanto terminamos nuestros helados y ella tomo mi mano para comenzar a correr hacia un parque cercano. Al llegar, nos sentamos debajo de un enorme árbol que estaba justo frente a una zona de juegos para niños, la cual se encontraba vacía, probablemente estarían en la escuela.

-Mis padres me traían a este lugar todos los días, antes de que crearan Wal-Mart, vivíamos a una cuadra de aquí
-Seguro venias a jugar en los columpios, ¿cierto?

Asintio con un movimiento de cabeza.

-Cuando estoy triste, suelo venir a sentarme bajo este árbol, para reflexionar
-“¿Sobre qué?” Pregunte, debatiendo entre tomar su mano o no.
-Sobre mis errores o cualquier cosa que me haga sentir mal

Puse mi mano sobre la de ella, Miley miro nuestras manos y sonrio lentamente, lo tome como una aceptación asi que entrelace su mano con la mía. Agache la mirada apenado por aquello y Miley comenzó a jugar con los chinos de mi cabello, en ese instante alce mi rostro, haciendo contacto con su mirada. Estabamos sentados sobre el pasto uno frente al otro por lo que me acerque a ella lentamente, esperando no haber malinterpretado las “señales”. Ahora fue ella quien se acerco hacia mi rostro, estabamos tan cerca que podía sentir su cálido aliento chocar contra mi rostro. Finalmente me acerque, apenas rozando sus labios con los míos. Una pelota cayo justo entre los dos provocando que nos separáramos. Una señora se acerco junto con su hijo, un tanto avergonzada.

-“Enserio, lo sentimos” Menciono la señora apenada.
-“No se preocupe” Dijo Miley pasando la pelota al niño de ojos verdes.

En cuanto se alejaron, nos miramos, ambos avergonzados. Alce un poco la mirada y ella se encontraba aún con la cabeza baja pero con una sonrisa de vergüenza. Comence a jugar con sus dedos pero sin separar nuestras manos. Después de unos cuantos minutos, alzamos nuestros rostros, en el instante en que nuestras miradas se encontraron comenzamos a reir sin razón alguna.

-“¡Qué pena!” Exclamo Miley sin dejar de reir.
-¿Viste la cara de la señora? Queria que la tierra se la tragara

El celular de Miley comenzó a sonar, en cuanto ella miro la pequeña pantalla su sonrisa se borro al instante. Dio un suspiro y apretó el botón rojo, cortando la llamada.

-¿Quién era?
-“Mi ex” Rodo los ojos “Insiste en que regresemos y estoy harta de él”

Suspire al escuchar que estaba harta de aquel chico.

-¿Es de la escuela?
-Para mi buena suerte, no

Reímos.

-“Me gusta estar contigo” Dijo apretando aún más mi mano “Contigo me siento…yo misma, tú no me pides que actúe de una forma para parecer superior”
-No te pediría que actuaras de una forma que no eres, me gustas tal y como eres

Ella agacho la mirada y fue entonces cuando reflexione mis propias palabras, me gustas, le habías dicho, pero eso era una mentira, no me gustaba. No. Me encantaba.

-Gracias, Nick

Mi corazón latió con rapidez en ese instante. Mi madre solía llamarme Nick cuando yo era pequeño y sinceramente odiaba eso pero ahora, saliendo de su boca, me parecía un sobrenombre perfecto.

-Vayamos a los columpios

Nos levantamos con una sonrisa y Miley comenzó a correr, retándome. Por supuesto que llegue primero mientras comenzábamos a reir. Nos sentamos en los columpios para comenzar a mecernos. Nuestros pies eran arrastrados por el aire, nuestros rostros eran acariciados por el aire cada vez que aumentábamos la velocidad. Este era sin duda alguna, uno de los mejores días de mi vida.

-Eres una tramposa, estas más delgada, por supuesto que llegarías más alto
-Lo dices porque perdiste

Me abalance sobre ella para cargarla, Miley soltaba pequeños grititos mientras dábamos vueltas, cada vez más rápido. Ambos sentimos las consecuencias de las vueltas y caímos al suelo, mareados. Yo estaba justo encima de ella. De un momento a otro dejamos de reír para poner cerca nuestros rostros, demasiado cerca.

Mire sus labios con lentitud, quería besarlos, realmente quería. Di el último paso en cuanto rozamos nuestros labios, finalmente presione contra estos, los cuales comenzaron a mover sobre los míos. Fue como una corriente eléctrica atravesando mi cuerpo entero, ella rodeo mi espalda con sus brazos mientras seguíamos en lo nuestro, sin importar si alguien nos veía. Mis manos acariciaban su cabello, sin estar consciente de lo que sucedía a nuestro alrededor. Nos separamos tan solo un poco para respirar, nuestras respiraciones estaban agitadas. En cuanto nuestras miradas se rozaron, nos sonreímos.

-¿Quieres ser mi novia?

Ella sonrio aún más.

-Si, Jonas

2 comentarios:

  1. ame QUE TIERNOS MILEY&NICK(LLLL)
    Cuando subes nuevo capitulo? lo ame
    cuuuuuidate, y lee mi nove, porfa (;

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  2. ok ok gracias x leerla!! ahorita entro a tu blog!!

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