Caminaba viendo mis pies, pensando en la porquería de vida que tenía y en el hecho de tener que conocer gente nueva. Me asustaba la idea, nunca he sido bueno para hacer amigos.
A mis 18 años de edad sentía que mi vida era completamente miserable, siempre fui la burla de mis compañeros, ya saben, molestan a los “nerds” como yo, molestan a los que no saben defenderse, como yo. Tal vez lo único bueno de esta ciudad sería poder cambiar mi actitud o pasar desapercibido.
Miraba a todos lados, viendo como algunos chicos reían unos con otros y como otros, al igual que yo, se encontraban sentados mirando a todas partes, los chicos nuevos, igual que yo. Una chica entro al aula, tenía ojos entre verdes y azules, piel blanca y cabello castaño.
-“¡Cyrus!” Exclamo un chico moreno y de cabello chino.
-Hola Cedric, ¿qué tal el verano?
-“Paris, Italia, Venecia, Florencia, España y Alemania” Abrazo a la chica. “¿Y tú?”
-Australia y Japón
En ese instante la chica miro a mi dirección y tras mirarme, Cedric volteo por igual, el chico alto y moreno menciono algo que no pude escuchar pero al parecer era gracioso, porque ambos comenzaron a reir. El timbre sombro y de inmediato, todos se sentaron en sus respectivos pupitres, un señor canoso y con una pansa gigante entro para después, presentarse.
-Me llamo Nicholas Jonas, tengo 18 años y vengo de L.A
Y asi fue como paso la primera hora de clase, la chica de lindos ojos se llamaba Miley Cyrus, era un nombre perfecto para ella. Comence a hablar con el chico de al lado que, al parecer, se llamaba Rodrigo. En el receso comí con él y con sus amigos, mientras contabamos chistes y reíamos. En una de las mesas de al lado se sento la chica que me gustaba junto con todas sus amigas, todos los que comían y charlaban a mi alrededor dejaron de hacer lo que hacían para mirarla.
-Esa tal Miley, ¿es la reina de la escuela o qué? Todos la miran como idiotas
-Prácticamente lo es, ya sabes, es la más popular y sus padres son dueños de Wal-Mart, asi que, si te gusta, mejor ve olvidándola porque jamás te prestara atención
La chica castaña volteo hacia mí y rodo los ojos mientras les decía algo a sus amigas, lo cual provoco que todas rieran y miraran en mi dirección, baje la mirada con la cara completamente roja de la vergüenza y mis “amigos” también rieron al ver mi reacción.
Al salir de la escuela camine en dirección a mi casa, no se encontraba muy lejos asi que no gastaría mi dinero en transporte, al cruzar la calle, se escucho el chirrido de un carro que freno y el pitido del claxon, volteé la mirada hacia al carro y fue cuando me di cuenta que ni siquiera me fije si venían carros al cruzar. La chica de cabello castaño se bajo de su súper auto convertible para comenzar a gritarme.
-¡Demonios! ¿Qué no ves, idiota? Fíjate cuando cruses la calle, casi te mato
-Lo siento
Ella ni siquiera espero a que yo le contestara, simplemente volvió a entrar a su auto y siguio su camino, sin preguntarme si me encontraba bien pero, ¿debía ella preocuparse por mí? Yo no era nadie para ella, y jamás lo seria. No llegaría siquiera a ser su amigo.
Agregue a mis “amigos” en Facebook, no tenía nada que hacer en las tardes, asi que, que mejor cosa que estar en Internet, busque a Miley Cyrus y le envié una solicitud de amistad, esperaba con ansias que me aceptara, pero no fue asi, no hasta ya pasadas dos semanas.
-“¿Quieres ir a una fiesta el sábado?” Pregunto un chico llamado Joe.
-Claro, ¿a que hora?
-A las 10, yo paso por ti y por Rodrigo
Caminaba por el pasillo con mis libros en las manos y con la cabeza baja, sentí como mi cuerpo chocaba con otra persona mientras nuestros libros caían con estruendo en el suelo, llamando la atención de todos a nuestro alrededor. Comence a recogerlos y la chica con la que choque susurro algo en voz baja, me levante y fue entonces cuando le vi el rostro.
-Cedric, él es el tonto que no sabe cruzar calles
Los que escucharon comenzaron a reír mientras sentía como la sangre se acumulaba en mis mejillas, me arme de valor y levante el rostro.
-Bueno, por lo menos no manejo como loca esquizofrénica
A nuestro alrededor comenzaron a hacer sonidos como “Uhh” “Ohh”. Miley puso uno de sus brazos en jarra.
-Tienes envidia porque yo tengo carro y a ti no te alcanza ni para la bicicleta
Ella se fue junto con sus amigas y Cedric, riéndose aparentemente de mí, aunque no eran los únicos riendo, todos a mí alrededor reían. Sin importarme las miradas acechadoras me introduje en el aula, esperando a que el profesor entrara, Miley solto una pequeña risa junto con su amiga Evelyn cuando entraron.
Me sentía como un completo idiota, mi autoestima bajaba con tan solo mirarla, con saber que jamás podría tener una conversación civilizada con aquella chica que llamaba mi atención.
-¿Sabe la respuesta, señor Jonas?
-“¿Eh?” Mencione regresando al mundo.
-Aparte de ciego, sordo
Todos en el aula rieron y dibuje una media sonrisa a Miley, la cual volteo su rostro con superioridad y alegría, el día paso con rapidez, trayendo asi el tercer día de la semana.
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