Lunes 28 de Septiembre
Habian pasado ya dos semanas desde el día de la fiesta, todo seguía exactamente igual. Miley no me dirigía la palabra y cuando lo hacía, era para burlarse de mí. La clase de química era mi favorita pero odiaba cuando teníamos que hacer trabajos en equipo.
-“Serán equipos de dos y sus parejas serán asignadas al azar” Menciono el profesor. “Escogerán un papel con el nombre de una persona, y esa persona será su pareja”
Mi mirada se concentro en Miley cuando esta saco un papelito del frasco de cristal, su sonrisa se borro al ver el nombre del papelito, le dio el papel al profesor y este anoto algo en su lista.
-“Cyrus y Jonas” Menciono el profesor.
Mi corazón comenzó a latir con fuerza, temiendo que pudiera salirse de su lugar. Miley volteo hacia Cedric, aparentemente enojada o frustrada. Rodrigo alzo su dedo pulgar y sonreí con felicidad como respuesta. Tendría que trabajar con Miley, por fin podría tener una conversación con ella.
-“Vaya suerte, Nicholas” Dijo Rodrigo antes de llevar el sándwich a su boca “Te toco trabajar con Miley”
-Lo sé, es mi gran oportunidad
-“No te esperances, eh” Menciono Kevin “Ella es una chica…difícil”
Me acerque a Miley en el estacionamiento, estaba a punto de subir a su auto. Rodo los ojos en cuanto me vio y cerró la puerta fuertemente para después, cruzarse de brazos, esperando a que yo llegara hasta ella. Sonreí.
-Tenemos que comenzar con el proyecto
-“¿Puedes hoy?” Pregunto.
-Claro, ¿dónde vives?
-Vamos ahorita, no quiero tener que esperarte
Se subió a su auto mientras señalaba hacia la puerta de al lado, camine hasta esta y me adentre en su convertible. Arranco su auto y se adentro en las calles de la templada Washington D.C., agache mi cabeza, apenado por la razón de que ella tuviera que manejar. Prendió la radio y en ese instante comenzó a sonar “California Gurls” de Katy Perry. Ella comenzó a cantarla con entusiasmo mientras yo comenzaba a reir al verla cantar. Miley se calló y su rostro se puso rojo.
-Primera vez que algo te da pena
-“¿Qué hiciste en verano?” Pregunto sin quitar la mirada de la calle.
-Mudarme a esta asquerosa ciudad
-¡Hey! He vivido aquí toda mi vida, cuida tus palabras
Agache el rostro apenado y ella solto una ligera risa lo cual provoco que mi vergüenza se hiciera aún más notoria.
-¿Porqué se mudaron?
-“Mis padres pensaban que mis amigos eran mala influencia” Agache la mirada “Me vieron fumar pero, era la primera vez que lo hacía”
-“¡Qué asco!” Puso cara de asco “¿Sigues fumando?”
-Fume porque ellos me lo pidieron, no quería quedar como tonto
-Te comprendo, mis amigas son asi todo el tiempo
Se detuvo frente a una caseta, le dio su nombre al policía y una enorme reja se abrio para dejarnos entrar, pasamos por un largo camino y mire a través de la ventana, había árboles bien formados y pasto, al mirar de nuevo hacia el frente, divise una enorme casa, Miley estaciono el auto y ambos bajamos de este, mire estupefacto la mansión. La alberca era enorme y tenía un jacuzzi junto a esta.
-“¡Dios!” Exclame “Tu casa es maravillosa”
-Entras o te quedaras ahí parado como idiota
Camine sin dejar de mirar el jardín, cerre la fina puerta de caoba barnizada y mire estupefacto la casa, habia una pantalla de plasma gigante y sofás minimalistas de color blanco, una mesa de cristal se encontraba justo en el centro. Una muchacha de cabello negro y de estatura media se acerco a nosotros.
-Señorita Cyrus, ya esta lista la comida
-“Gracias, Paula” Dijo Miley “Iremos cuando el muchacho regrese al mundo”
Aquella chica se dio la vuelta y tras seguir inspeccionando las finas cosas de la casa nos fuimos acercando al comedor donde otra chica nos sirvió la comida, una de ella me sonrio apenada y le regrese la sonrisa, Miley me miro y rodo los ojos.
-¿Y tus padres? ¿No comerán con nosotros?
-Casi nunca están en casa
-Envidiable, tienes esta enorme casa para ti sola
-¿Envidiable? Siempre estoy sola, es aburrido
Siguio comiendo y decidi no volver a tocar el tema, tal vez le afectaba hablar sobre sus padres, la chica que me habia sonreído regreso para levantar los platos y subimos por las escaleras también de caoba hacia la habitación de Miley, mire con asombro su habitación, era como seis veces más grande de lo que era la mía.
Tenía una computadora Mac de escritorio y una pantalla plasma, dos roperos y un tocados de caoba negro, ella se acostó en la cama y solto un fuerte suspiro, prendió el clima mientras la miraba.
-¡Deja de mirarme tanto! Es molesto, Jonas
-“Lo siento” Agache la mirada, ella se levanto y se acerco a mí.
-No te disculpes, no dejes que otras personas te pisoteen, respóndeme
-“Lo sien..” Ella solto una risa y mi rostro se puso rojo.
-“Eres raro” Menciono mientras se sentaba frente a su computadora. “¿Qué tenemos que investigar? No preste atención”
Sonreí ante su comentario y agarre la silla frente a su tocador para sentarme junto a ella, comence a decirle todo lo que debía escribir en Word, le dije todo lo que debíamos buscar en Internet mientras ella me contaba algunas cosas acerca de sus padres y de sus amigos. Terminamos el primer paso y nos pusimos a platicar, principalmente sobre ella hasta que llego mi turno, Miley rio al contarle historias sobre un perro que tenía.
Mire directo a sus ojos, fue como entrar en ellos, todo a mi alrededor dejo de existir, todo excepto su voz y el profundo color verde azulado de sus ojos, Miley dejo de reir al notar como la miraba. Fue entonces cuando senti una conexión en ambos, ella también miraba mis ojos, un tanto perdida. No supe exactamente cuánto tiempo estuvimos de esa forma pero el momento término cuando ella se levanto atolondradamente de la silla, miro su reloj mientras yo intentaba no parecer muy agitado.
-Debo irme, es tarde
-“Yo te llevo” Menciono tomando sus llaves.
-No, me voy en taxi
-“Nicholas” Exclamo intentando parecer molesta y autoritaria. “No permitiré que vayas solo, estamos al otro lado de la ciudad”
Me quede como idiota, era la primera vez que la escuchaba decir mi nombre, ella me miro confundida por mi razón y fue entonces cuando sonrei, por primera vez senti mi corazón latir desbocadamente, ella me sonrio. Si, a mí y a nadie más.
-No permitiré que regreses sola
Miley dejo las llaves en su tocador con la cabeza baja, como si estuviera avergonzada, segundos después ella me miro con una media sonrisa. Hizo un movimiento con la cabeza dando a entender que la siguiera. El cielo ya estaba negro cuando caminábamos hacia la reja de su casa, sin decir una sola palabra pero más juntos de lo que deberíamos estar. Al llegar a la enorme reja esta se abrio mientras Miley me despedía con un beso en la mejilla. Senti mariposas en el estómago y una corriente eléctrica atravesar mi columna vertebral. No podía creer que ella habia dado un beso en mi mejilla, como si fuéramos verdaderos amigos.
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